¡Despedirse de la grasa abdominal después de los 40 con tecnología estética! El secreto está en déficit calórico, el cortisol
¡Despedirse de la grasa abdominal después de los 40 con tecnología estética! El secreto está en déficit calórico, el cortisol
Perder grasa abdominal después de los 40 años es un desafío que muchos enfrentan. Con la edad, nuestro metabolismo se ralentiza, haciendo que bajar de peso sea una tarea más compleja. Sin embargo, con una estrategia adecuada, es completamente posible lograrlo.
El secreto está en el déficit calórico
La clave fundamental para la pérdida de grasa es generar un déficit calórico, es decir, consumir menos calorías de las que el cuerpo gasta a diario. Según el Instituto de Ciencias del Ejercicio y Nutrición (ICEN), el rango óptimo para obtener mejores resultados está en un déficit del 20-25% de las calorías de mantenimiento.
Para lograrlo sin comprometer la masa muscular, es recomendable:
- Asegurar un consumo adecuado de proteínas.
- Mantener el mínimo de grasas saludables necesarias para el organismo.
- Distribuir el excedente de calorías en carbohidratos de calidad.
Estrés y cortisol: el enemigo silencioso
El estrés crónico puede convertirse en un obstáculo para la quema de grasa abdominal. La razón está en el cortisol, una hormona que, cuando se encuentra en niveles elevados de manera prolongada, puede aumentar el almacenamiento de grasa en la zona abdominal. Su exceso también puede alterar el metabolismo, afectar el control del apetito y aumentar la secreción de insulina. Por ello, es fundamental gestionar el estrés a través de técnicas como la meditación, el ejercicio y el descanso adecuado.
Tecnología al servicio de la estética
Si bien la alimentación y el ejercicio son los pilares principales, la tecnología estética también puede ser una aliada en la reducción de grasa localizada. Entre los tratamientos más efectivos encontramos:
- HIFEM (Electromagnetismo de Alta Intensidad): estimula las fibras musculares profundas para mejorar la tonicidad y reducir la grasa.
- HIFU (Ultrasonido Focalizado de Alta Intensidad): destruye las células grasas mediante ondas de ultrasonido.
- Criolipólisis: utiliza frío controlado para eliminar adipocitos sin dañar los tejidos circundantes.
- Radiofrecuencia: estimula la producción de colágeno y mejora la firmeza de la piel.
- Electroestimulación: activa los músculos de manera pasiva para mejorar su definición.
Conclusión
No hay soluciones mágicas, pero combinando un déficit calórico controlado, gestión del estrés y, si lo deseas, apoyo con tecnología estética, la grasa abdominal puede ser cosa del pasado. ¡Adopta hábitos saludables y verás resultados duraderos!
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Otros Enlaces de Interés:
Aparatología Estética y Médico – Estética. – Susana Apolo y Juan Copovi (azureditorial.com)
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