¿Es cierto que el láser vaginal puede solucionar problemas físicos y hasta mejorar la vida en común (relaciones sexuales)? SI, ES TOTALMENTE CIERTO, vamos a explicarlo en este post... Aunque no hay un rango de edad específico y puede ser necesario tanto en mujeres jóvenes como en mayores, las principales pacientes del láser vaginal, sueles ser las mujeres menopaúsicas. Analicemos en qué consiste la técnica, en qué casos funciona y qué debemos saber si nos estamos planteando este tipo de intervención. La sequedad en la vagina, los dolores durante el sexo o la irritación habitual son frecuentes entre las mujeres a partir de la menopausia. Sin embargo, no es algo que afecte solo a lo femenino. La pareja también puede sufrir las consecuencias de una vida sexual insatisfactoria. Tres situaciones dolorosas o frustrantes Las patologías más frecuentes para las que se hace el tratamiento de láser vaginal son: .-. La atrofia vulvovaginal o Síndrome Genitourinario, que se caracteriza por una sequedad de la vagina que produce irritación, así como dolor en las relaciones sexuales. .-. La incontinencia urinaria de esfuerzo. .-. La hiperlaxitud vaginal, que ocurre cuando, tras el parto queda un espacio muy ancho en el que ni la mujer ni el hombre sienten durante las relaciones sexuales. El láser vaginal es el método más contundente para acabar con los problemas de las relaciones, aunque hay medios alternativos que también pueden usarse como las hidratantes vaginales o los estrógenos locales. ¿En qué consiste la técnica y cuantas sesiones /aplicaciones? El láser vaginal consiste en aplicar puntos / columnas / pilares de calor de 42 grados en la vagina. Esta fuente de calor activa los fibroblastos, inductores de colágeno, que, al igual que en otras partes del cuerpo, contribuyen a la tersura de esa parte del cuerpo, proporcionando el rejuvenecimiento de la zona. El láser vaginal produce mediante efecto térmico la formación de nuevas fibras de colágeno mejorando así el tono, la elasticidad y la mucosa vaginal. También resitúa la uretra y la vejiga para evitar la pérdida de orina y restituye el Ph vaginal y la vascularización de la zona. El resultado es que habrá menos irritación en el día a día y que las relaciones sexuales serán más placenteras. Son necesarias tres sesiones con un intervalo de cuatro a seis semanas. En principio, es una técnica segura que puede utilizarse incluso con métodos anticonceptivos de barrera, como el DIU. El láser se activa a una profundidad de 0,03 milímetros y no llega al útero, donde está insertado el dispositivo. ¿La intervención es dolorosa? La intervención no es dolorosa. En ocasiones puede existir una pequeña sensación de calor en la entrada de la vagina, que mejora cuando disminuye la intensidad del láser. |
Comentarios
Publicar un comentario