Disfruta de la lactancia, tratar las grietas en el pezón, y seguir amamantando
Disfruta de la lactancia, tratar las grietas en el pezón, y seguir amamantando
Dar el pecho no duele, o al menos no debería, pero es habitual que durante las primeras tomas se sienta alguna molestia. En estos casos, lo mejor sería preguntar a la matrona o a alguna persona especializada, porque este malestar, por mínimo que sea, te dice que hay algo que se puede mejorar.
¿Qué causa las grietas en el pezón?
Existen varias razones. Estas son las más comunes:
Un agarre inadecuado del bebé al pecho. Esta es la causa más común. Al principio nadie está seguro de hacerlo bien. Como te hemos comentado, el dolor es el mejor indicativo. Si no hay dolor, todo va bien. Realmente no hay una posición ideal, porque dependerá de los pechos de cada mujer y del bebé, aunque sí es importante que este tenga gran parte del pecho en su boca y no chupe del pezón.
¿Cómo Evitarlo?
- Mejora la posición del bebé al pecho. Asegúrate de que el pezón y parte de la areola de tu pecho están dentro de la boca de tu bebé. Él extrae la leche mediante los movimientos de la mandíbula y la lengua, no chupando del pezón. En YouTube encontrarás vídeos que explican cómo colocar al bebé para darle el pecho, aunque siempre será más eficaz que consultes con tu matrona, tu pediatra o un grupo de apoyo a la lactancia. Si has tenido un parto por cesárea, es probable que necesites ayuda.
- Evita ofrecerle chupetes o biberones hasta que la lactancia esté totalmente establecida. Es la manera de librarse de la “confusión de pezón”. La técnica que se usa con estos objetos es muy distinta, y puede dificultar la lactancia materna, por eso se recomienda esperar.
- Continúa con la lactancia materna si puedes. Hay estudios que dicen que interrumpir la lactancia materna durante algunos días reduce la probabilidad de que puedas continuar con la lactancia a largo plazo. De todos modos, si el dolor es muy intenso y necesitas dejarlo, puedes probar a extraerte la leche, manualmente o con un extractor. Así le seguirás dando a tu hijo el mejor alimento que le puedes ofrecer.
- Utiliza una Crema/Pomada Protectora. Esta crema protege y cuida tu pezón.
- Ponles tu propia leche. Aplicar un poco de tu leche en el pezón después de cada toma y dejarla secar puede curar las grietas, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas.
Más allá de las grietas
La mastitis es otras de las causas que suele hacer que las madres abandonen la lactancia materna. Aproximadamente 1 de cada 10 mujeres que amamantan desarrolla una mastitis. Suele causar ardor y dolor de la piel del pecho, puede aparecer una mancha roja que duele al tocarla, así como fiebre y malestar general. La mastitis surge cuando los conductos de la leche se obstruyen, ya sea porque el bebé no vacía totalmente tu pecho o porque no mama con frecuencia.
¿Qué hacer?
- Aplica compresas calientes sobre el pecho. Eso estimulará el flujo de leche y te ayudará a drenar los conductos obstruidos. Para la inflamación, coloca al bebé en el lado doloroso primero, masajea cualquier nódulo duro para estimular el flujo y exprime la leche que queda después de la toma.
- Consulta al médico si tus síntomas no mejoran en 12 a 24 horas, ya que es posible que tengas que tomar antibióticos.
Siempre que puedas…
- Evita lavarte el pecho antes y después de las tomas. Esto favorece la aparición de las grietas. ¿Por qué? Porque se elimina la secreción grasa de los tubérculos de Montgomery (los bultitos de la areola) que protegen la piel de esa zona del pecho.
- Utiliza alguna protección que impida el roce del pezón con el sujetador o con la ropa. Por ejemplo, existen unas cazoletas con un orificio en medio que mantienen el pezón aireado.
- Trata de no usar jabones fuertes y cambia los discos absorbentes con frecuencia.
- Y si lo necesitas, puedes tomar algún antiinflamatorio o analgésico, como el paracetamol o el ibuprofeno, que mejorarán los síntomas y no perjudicarán al bebé.
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