Volveremos a vernos las caras y por lo tanto hay que tratar esa piel para recuperarla, antes de que los estragos del sol hagan de las suyas Llevamos más de un año detrás de las mascarillas y no es solo que nos hayamos acostumbrado a su tacto, sino que el tercio inferior de la cara ha sufrido un estrés en la piel y ahora hay que repararlo. Efectos de la mascarilla. El desgaste ocasionado en la piel por el uso de las mascarillas Durante más de un año toda la zona del tercio inferior facial se ha habituado a un microclima extraño haciendo que el maskné y las maskitis aparezcan en nuestras vidas. .-. Humedad exhalada por el aliento encerrado y atascado en el interior de la mascarilla. .-. Sequedad debido al calor que ha sufrido esa piel encerrada sin la oxigenación habitual al aire libre y por lo tanto el calor hace que la piel se deshidrate más y por lo tanto se reseque. .-. Los labios sufren por igual, porque se resecan, se humedecen y se crea un campo de cultivo bacteriano poco habitual. A esto hay que añadirle Más gesticulación. No hemos sido consciente de las contracciones a las que hemos sometido al tercio inferior del rostro para hacernos oír a través de la tela de las mascarillas. Malas posturas. Antes, caminábamos alzando la cabeza o consultábamos los correos del móvil sin plegar demasiado el cuello. Pero amparados por la tela protectora lo hemos flexionado por encima de nuestras posibilidades. Depende del tipo de piel Según cada tipología distinta de piel los efectos secundarios habrán sido distintos. .-. Las pieles maduras habrán notado cierta relajación de los tejidos, formación a toda velocidad de pequeñas arrugas alrededor de los labios, las mejillas aparecen como más disipadas y con falta de volumen, marcando más los poros. .-. Las pieles sensibles habrán notado una extrema sensibilidad que puede haber derivado con irritación, hinchazón, extrema sequedad, aparición de rosácea y pequeños capilares transparentándose en la piel de las mejillas. .-. Las pieles grasas, mixtas o con tendencia al acné habrán notado como aumentaba la aparición de granitos, como la piel segregaba más grasa y como han ido apareciendo todos los síntomas habituales de este tipo de pieles. Con el fin de la obligatoriedad del uso de las mascarillas en exteriores Por fin empiezan a cambiar las condiciones de llevar mascarilla, ya que sólo se exige en espacios cerrados. Así que en las calles volveremos a vernos las caras y por lo tanto hay que tratar esa piel para recuperarla, antes de que los estragos del sol hagan de las suyas. |
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