.-. Colágeno El colágeno es una molécula proteica que compone los tejidos de nuestro cuerpo y compone la mayor parte de la estructura de nuestra piel, hasta el 75%. Al igual que ocurre con el ácido hialurónico, conforme vamos envejeciendo su producción se reduce y como consecuencia la piel pierde volumen, elasticidad y comienzan a aparecer las arrugas. Además de introducir el colágeno en el cuerpo a través de la alimentación o de complementos alimenticios, se puede inyectar en las diferentes capas de la piel, consiguiendo distintos resultados. A través de inyecciones intradérmicas se estimula la producción de colágeno de la piel, mejorando su hidratación y apariencia, mientras que las inyecciones subdérmicas funcionan como un relleno que aporta volumen al rostro. .-. Hidroxiapatita cálcica También se trata de un relleno reabsorbible, al igual que el ácido hialurónico o el ácido poliláctico, que también es biocompatible, por lo que el cuerpo no lo rechaza. Su principal función es la estimulación de la producción de colágeno nuevo en las zonas en las que se inyecta. Este proceso recibe el nombre de neocolagénesis. Ya que actúa como un reactivador del colágeno, logrando que la piel recupere poco a poco su volumen, mejorando su apariencia. .-. Toxina botulínica La toxina botulínica, en cualquiera de sus presentaciones comerciales (Vistabel, Azzalure, BoCouture). Se trata de una neurotoxina que actúa como un relajante muscular que disminuye las líneas de expresión y arrugas que suelen aparecer en la zona de la frente o el contorno de los ojos, resultado de la gesticulación. Con estas inyecciones, el músculo se ‘paraliza’ durante un periodo de no más de 6 meses, en los que también se previene la aparición de nuevas arrugas. Mediante una aguja extrafina se inyecta la toxina botulínica en el músculo, relajándolo e inhibiendo su movimiento. En un artículo de la AEDV sobre métodos de rejuvenecimiento sin cirugía publicado en 2017, la dermatóloga Lucía Pimentel hablaba de la combinación de diferentes inyectables para un resultado aun más eficaz. “El empleo de toxina botulínica sigue contemplándose para tratar las arrugas de expresión, como las patas de gallo, pero combinándolo con ácido hialurónico de baja densidad para revitalizar la zona”, explicaba. Según la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), “la toxina botulínica inyectable y los materiales de relleno temporales son los tratamientos estéticos más utilizados en nuestro país. Son eficaces, seguros y reversibles. Se debe seleccionar al paciente y al médico. Objetivo: tener un aspecto mejor pero natural”. .-. Vitaminas Para combatir la falta de elasticidad, hidratación, firmeza o luminosidad habituales de las pieles a partir de cierta edad, las inyecciones de vitaminas consiguen regenerar la piel con un auténtico cóctel que aporte todo lo que nuestro rostro demande. Este cóctel de vitaminas se inyecta en las zonas en las que se concentran arrugas, líneas de expresión, pérdida de luminosidad o de elasticidad. Para empezar a ver resultados se necesitan al menos 3 sesiones, espaciadas mensualmente. Aunque este tipo de inyecciones suele combinar diferentes vitaminas con aminoácidos y/o ácido hialurónico, las vitaminas A (firmeza, antiarrugas,antioxidante y correcta pigmentación) y E (también antoxidante, antiarrugas y con acción antienvejecimiento prematuro por rayos UV) nunca suelen faltar por sus propiedades antioxidantes y regenerativas. Para completar el abecedario vitamínico, tampoco faltan B (contribuye a la síntesis del colágeno y ayuda a las pieles con tendencia acneica, entre otras), C (despigmentante y reafirmante) y K (con poder cicatricante, alivia y revitaliza las pieles sensibles). |
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