Ondas de choque para tratar la celulitis y la piel de naranja, y también para reducir la grasa localizada y mejorar la apariencia de la piel en general
Ondas de choque para tratar la celulitis y la piel de naranja, y también para reducir la grasa localizada y mejorar la apariencia de la piel en general
La terapia de ondas de choque utiliza ondas acústicas de alta energía para estimular la circulación sanguínea y linfática, mejorar la elasticidad de la piel y romper las células de grasa. Estas ondas son dirigidas hacia el área del cuerpo que se desea tratar mediante un dispositivo que se coloca en la piel.
Las ondas de choque obtienen mejores resultados en determinados tipos de celulitis, principalmente en la celulitis fibrosa, aunque también puede ser interesante aplicarlas en algunos casos de celulitis edematosa .
La celulitis fibrosa es un tipo de celulitis dura al tacto, que no se puede pellizcar y que puede resultar dolorosa. Presenta hoyuelos definidos y suele localizarse en glúteos, cartucheras y muslos.
La celulitis edematosa es viscosa al tacto y presenta un aspecto de piel acolchada, que suele estar vinculada a la retención de líquidos.
Las ondas de choque lo que hace es emitir una vibración que traspasa todas las capas de la piel y es capaz de llegar hasta la zona en la que está la celulitis. En los tratamientos de este tipo se aplican hasta tres ondas diferentes para conseguir los mejores resultados posibles:
._. Las ondas de choque planares son las más intensas. Llegan a las capas más profundas de la piel y se encargan de que la grasa acumulada se vaya deshaciendo.
._. Las ondas de presión radiales son de una intensidad intermedia y su objetivo es alisar la musculatura, por eso estas ondas tienen algo menos de intensidad que las anteriores.
._. Vibraciones de alta frecuencia, capaces de conseguir reflejos de estiramiento con una frecuencia de hasta 35 veces por segundo, lo que hace que el músculo se contraiga y contribuye a mejorar el aspecto de la piel.
¿Cómo se aplica el tratamiento?
El tratamiento se inicia con las ondas más livianas (las vibraciones de alta frecuencia) para ver cómo reacciona la piel y poco a poco se va aumentando la intensidad.
Combinando estos tres tipos de ondas lo que se consigue es una rotura parcial de los nódulos de grasa que han dado lugar a la aparición de la celulitis, se activa la circulación y se favorece el drenaje. Contribuyendo todo ello a que la piel tenga un mejor aspecto y a que el cuerpo pueda eliminar de forma natural las grasas acumuladas.
El tratamiento también estimula la creación de colágeno, consiguiendo que la piel esté más firme y elástica, mejorando tanto su textura como su aspecto.
La terapia de ondas de choque puede ser utilizada en combinación con otros tratamientos estéticos, como mesoterapia, el HIFEM, la Radiofrecuencia, presoterapia o la cavitación, para obtener mejores resultados.
VENTAJAS
Las ondas de choque tienen como ventaja principal que dejan una gran sensación de bienestar en la zona tratada, como de estar muy ligera y más delgada gracias a la activación del sistema circulatorio.
A nivel estético provoca una reducción del contorno de entre 3 y 7 cm una vez que se ha completado el tratamiento. No tiene efectos secundarios por lo que el paciente puede volver a su rutina sin necesidad de alterar su vida diaria.
Para sacar el máximo partido al tratamiento es muy importante llevar una dieta sana y ordenada ya que va a favorecer mucho los efectos y los resultados.
NÚMERO DE SESIONES
Las sesiones pueden variar dependiendo del caso y el objetivo de cada paciente, pero suele estar ente 6 y 12 sesiones. Y para el mantenimiento hay que tratarse una vez al mes.
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