Dormir mal tiene consecuencias directas en la calidad de vida diurna, y en poco tiempo también sobre la salud.
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Dormir mal tiene consecuencias
directas en la calidad de vida diurna, y en poco tiempo también sobre la salud.
La ansiedad, el estrés y la depresión son la causa de más de
la mitad de los casos de insomnio. En otros casos, el origen está en el estilo
de vida o relacionado con el entorno (un ritmo de vida irregular o un ambiente
ruidoso, por ejemplo, perturban el sueño).
Seguro que usted ha sufrido alguna vez insomnio y quizá se
ha pasado buena parte de la noche sin pegar ojo. ¿Le ha sucedido alguna vez no
poder dormir porque el estrés, las presiones laborales o los problemas
familiares no le dejan? Qué horrible sensación ver pasar el tiempo en la cama,
dando vueltas cambiando de postura y sabiendo que en poco tiempo sonará el
despertador y habrá que ponerse en marcha sin haber descansado.
Si a usted le ocurre, desde luego no es al único. El 30%
de la población padece trastornos relacionados con el sueño, un 4% de ellos de
forma crónica.
El insomnio es grave en el 9% de los casos, y se
refleja en un sueño de mala calidad, con las siguientes características:
- Dificultades
para dormir. A la persona le cuesta relajarse, ya que surgen muchos
pensamientos y preocupaciones precisamente en el momento de meterse en la
cama. E incluso cuando ya ha conseguido coger el sueño se desvela varias
veces durante la noche.
- Dificultades
durante la segunda mitad de la noche, con la impresión de dormir a
intervalos a partir de las cuatro o las cinco de la madrugada. En caso de
estrés, los trastornos del sueño se manifiestan sobre todo en desvelos
prematuros en plena noche y al amanecer.
- Despertar
demasiado pronto por la mañana. En estos casos, a veces el insomnio es
el primer indicio de enfermedades mentales o depresión.
Según la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en la Población
General en España (EDADES) del Ministerio de Sanidad
En el año 2005 tuvo lugar
un hecho llamativo en nuestro país que alertó a los expertos en consumo de
drogas:
Por primera vez los fármacos
hipnosedantes (somníferos y tranquilizantes) se convirtieron en la droga más
consumida junto al tabaco y al alcohol.
Se disparó el consumo de somníferos
a partir de los 35 años. Hoy en día nuestro país está a la cabeza de los de
nuestro entorno en el uso de somníferos y tranquilizantes.
Un
estudio publicado hace unos años en la revista científica BMJ (antes
llamada British Medical Journal)
Puso de manifiesto unos datos aterradores: las pastillas
para dormir estarían relacionadas con un riesgo de muerte 4,6 veces mayor y un
35% más de probabilidades de desarrollar un cáncer. Los autores del estudio,
pese a la contundencia de los datos, quisieron que se tomaran con prudencia y
animaron a realizar nuevas investigaciones, pero dejaron claro que las
pastillas para dormir son peligrosas para la salud y contribuirían a aumentar
el riesgo de muerte.
(“Hypnotics' association with mortality or cancer: a
matched cohort study”. Daniel F Kripke, Robert D Langer and Lawrence E Kline. http://dx.doi.org/10.1136/bmjopen-2012-000850).
Volver a dormir como un bebé gracias
a infusiones de plantas y/o preparados de estas
Algunas infusiones o preparados de plantas permiten combatir el insomnio y recuperar un sueño de calidad.
Plantas como:
.-. melisa (contenido mínimo del 2% en ácido
rosmarínico),
.-. espino blanco (contenido
mínimo en vitexina del 2%),
.-. amapola de California
(contenido mínimo en alcaloides del 0,21%),
.-. matricaria (contenido mínimo
en apinegina del 0,5%) y
.-. tilo (contenido mínimo en
rutina del 1%).
Lo mejor ….. Sin efectos no deseados al despertarse (como
dolores de cabeza, aturdimiento, somnolencia, pérdida de reflejos, etc.).
Contribuye a recuperar en un plazo muy corto una mejor
calidad de vida, pues actúa desde las primeras tomas.
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